Como mujer tú sabes que tienes contigo muchas armas de seducción. Puedes potenciar tus virtudes pero es importante que sepas como usarlas además de otros consejos que voy a dar para enamorar a un chico.
Conócelas y aplícalas para tener éxito y conquistar seduciendo y enamorando a ese hombre que te gusta:
Tu aspecto personal
Aunque siendo mujer ya lo debes saber, si quieres enamorar a un chico debe cuidar siempre tu aspecto personal luciendo atractiva. Sin maquilarte demasiado, solo lo necesario o incluso usando un maquillaje natural que es el que más gusta a los hombres y siendo elegante con sensualidad.
Maneja el buen humor
Sé una mujer que se muestra feliz en la vida, sonríe y sé agradable, siempre con naturalidad, sin falsear una imagen que no te pertenece.
Usa la mirada
Enamorar a un chico con la mirada es un arma de seducción infalible. Atrévete a jugar con la mirada entre cómplice y tímida.
Muéstrate segura
Una mujer que se muestra segura de sí misma seduce a todo hombre. Lucirás atractiva porque tu actitud física acompañará esa seguridad y además le transmitirás que tienes un pensamiento positivo ante la vida.
Por otro lado le demostrarás que no te dejas manipular fácilmente por los hombres, por lo cual él deberá hacer un trabajo extra para conquistarte. Recuerda que a los hombres les gusta conquistar a las mujeres y es lo que realmente creen, a pesar de que tú como mujer sabes que son las mujeres las que conquistan y se dejan seducir.
Sé un poco misteriosa
No le hagas el trabajo fácil a ese chico, haz que trabaje, siendo un poco misteriosa sin darle demasiados detalles en la primera cita. Deja que imagine cosa sobe ti que luego las podrá comprobar o se dará cuenta que estaba equivocado.
Aprende a dialogar
Mantén un buen diálogo con tu chico dejando que hable, ya que si durante toda la cita eres tú quien habla no podrás conocerlo en profundidad.
El lenguaje corporal
Usa el lenguaje corporal para enamorar a un chico, por ejemplo mirándolo a los ojos, con una sonrisa tímida, jugueteando con el cabello y acercándote disimuladamente para mantener un pequeño contacto físico.